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BEIJING, 26 jul (Bloomberg) — China anunció que aspira a convertir sus empresas estatales en sociedades por acciones de aquí a fin de año, con la ambición de reformar sus gigantes públicos frecuentemente deficitarios.
China encara desde hace años reformar sus grupos estatales, que están gestionados por el gobierno y dominan sectores enteros de la economía nacional, desde la energía hasta el acero, pasando por la aeronáutica.
Pero las autoridades se enfrentan a la feroz resistencia de estas empresas, que forman parte de los mayores empleadores del país y constituyen poderosos feudos para sus directivos, preocupados por preservar sus intereses personales.
El cambio ayudará a “establecer un sistema de empresa moderna y mejorar el mecanismo de gestión orientándolo hacia el mercado”, según un comunicado del gobierno.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) exhortó el mes pasado a Pekín a que suprima el apoyo a las empresas públicas de bajo desempeño y a las “firmas zombis”, que solamente sobreviven gracias a los créditos brindados por los bancos.