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BEIJING, 3 sep (Reuters/Xinhua) — China ha bajado los impuestos por valor de 45.000 millones de yuanes (6.593 millones de dólares), con el objetivo de “apoyar el desarrollo de la economía real”.
Esta decisión del Gobierno coincide con la guerra comercial que se ha desatado entre China y Estados Unidos, que podría afectar a la economía del gigante asiático.
Li Keqiang, primer ministro de China, ha dicho que estas medidas incluyen reducciones o exenciones fiscales a industrias que han tenido que detener su producción por excesos de capacidad, así como mejoras en los reembolsos a las exportaciones.
Por otro lado, han anunciado que se expandirá la exención del impuesto sobre el valor añadido a los intereses de prestamistas a pymes con una cuota de hasta 10 millones de yuanes (1.261.498 euros) entre el 1 de septiembre y finales del año 2020.
Otra medida en la misma dirección eximirá de impuestos por ingresos empresariales durante tres años a aquellas instituciones extranjeras que inviertan en el mercado interno de bonos.
Los anuncios se enmarcan en una política fiscal proactiva que ha tomado China en los últimos años con el fin de evitar un aterrizaje brusco de su economía, que no crece a doble dígito como en la pasada década.