SANTIAGO, 6 oct (El Mercurio) — El intercambio comercial entre Chile y China alcanzó los US$ 34.305 millones durante el año pasado, monto que sigue posicionando al gigante asiático como el principal socio de Chile en el extranjero. Para seguir profundizando esta tarea, el Presidente Sebastián Piñera nombró como embajador en ese país a un viejo conocido en esas tierras: el expresidente de la Sociedad Nacional de Agricultura y extimonel de la Federación de Productores de Fruta, Luis Schmidt.
En la primera entrevista de su segundo período en China después de representar al país entre 2010 y 2014, Schmidt se refirió a sus principales desafíos como embajador, al “pálpito” en esa economía de la guerra comercial entre Estados Unidos y la nación asiática y a los cambios que ha visto allá a dos meses desde su regreso a Beijing.
-¿Cuáles son las principales tareas que le encomendó el Presidente Piñera?
“Yo tuve dos reuniones con él antes de venirme acá. Al Presidente le preocupa atraer inversiones desde China, que hoy no superan los US$ 700 millones al año. Me solicitó ayuda en concretar la instalación de un cable de fibra óptica entre Shenzhen y Valparaíso o San Antonio. También le planteé la importancia de entrar al Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (AIIB, por sus siglas en inglés), que maneja China. El proyecto de infraestructura del Gobierno es de US$ 22 mil millones, y este banco ofrece US$ 900 mil millones para América Latina. La entrada cuesta US$ 2 millones; debemos pagar la primera cuota antes de fin de año y estamos hablando con el ministro de Hacienda para que lo agilice. También me pidió avanzar para concretar la construcción de un observatorio astronómico en Chile por parte de China. Ya hay una decisión tomada al respecto, está en manos del Consejo de Estado y estoy en conversaciones con ellos para que se cristalice. También tratamos la electromovilidad y la importancia que tiene el litio para el futuro”.
-¿Qué preocupaciones o incertidumbres ha notado en las relaciones para Chile en China?
“Evidentemente que hemos perdido ventajas comparativas netas que teníamos, al menos, en mi primer período como embajador. Antes éramos casi el único país de la región que contaba con un tratado de libre comercio con China. Sin embargo, hoy también lo tienen países como Perú, Argentina o México, que son competidores nuestros y que están entrando con mucha fuerza en China. Sigue siendo un gran mercado, pero no solo para Chile, sino también para muchos otros países de la región. Las ventajas se han ido desdibujando y tenemos que volver a recuperarlas”.
-¿Qué debe hacer Chile para volver a tenerlas?
“Lo que creo que Chile debe hacer rápidamente en China es trabajar mucho más fuerte los temas de promoción e imagen país. El Presidente Piñera conoce eso y nos está apoyando en la Chile Week China 2018. He participado en todas las Chile Week que se hacen acá y nunca he visto tanto interés en venir. En noviembre vienen 12 autoridades de primer nivel, además del expresidente Frei. Es una gran demostración hacia China y aquí están felices por ello. Además, ya estamos muy bien posicionados en ciudades como Beijing, Shanghai y Hong Kong, que están situadas más en la costa. Ahora -y es algo que yo me he propuesto en esta gestión- necesitamos llegar más al interior de China. Hay más de 50 ciudades que tienen más de cuatro millones de habitantes y hay otras 30 con más de ocho millones de personas. Pese a que hoy no están los recursos, antes de irme -y es algo que he conversado con distintas autoridades- espero haber instalado un consulado y una oficina comercial en Chengdú. Se ha transformado en una de las ciudades más importantes de China, ya que tiene 14 millones de habitantes, aeropuerto internacional, tren rápido y consulados de distintos países. Incluso, las propias autoridades de Sichuan, donde Chengdú es la capital, me pidieron abrir oficinas comerciales allí. Entonces, ¿cómo nosotros no vamos a estar?”
-Embajador, ¿detecta usted un mayor mercado potencial para los productos chilenos?
“La clase media aumentó y se estima en 500 millones de potenciales consumidores. Por ejemplo, en 2000 el PIB per cápita de China era de US$ 960, mientras que hoy es de cerca de US$ 8.600 per cápita. Aumentó cerca de nueve veces en menos de 20 años y eso es patente. Hay una clase media enorme, que crece cada año, y que pide alimentos más seguros y sanos. Eso es una gran oportunidad para los productos chilenos, como la carne, las frutas, el vino o los salmones. Opciones hay, pero hay que trabajarlas. Ojalá nosotros nos podamos adentrar en el centro del país y poner una oficina comercial en Chengdú. Captaríamos muchas oportunidades”.
-¿Cómo se vive en China la guerra comercial con Estados Unidos?
“Es un tema que provoca gran inquietud. Aunque los chinos consideran que tienen todo bajo control, fundamentalmente les preocupa en cómo podría afectar al crecimiento del país. No es un tema menor, porque si China se desacelera también lo hará el mundo”.
-¿Cómo influye esto en Chile?
“Se ha hablado que esta guerra comercial entre Estados Unidos y China podría generar beneficios para algunos productos chilenos. No nos hagamos esta idea, porque no es así. En general, la guerra comercial nos puede afectar en que China se desacelere y nos compre menos cobre, menos celulosa o menos fruta. Esto podría ser fatal para nosotros”.
-¿Pero puede haber beneficios en el corto plazo?
“Tal vez, y muy en el corto plazo, algunas frutas. Pero no creo que ocurra. Podría haber ventajas, aunque absolutamente nimias, en los vinos y en la carne de cerdo. Por ejemplo, China les ha pegado fuertemente a los estados productores de carne de cerdo de Estados Unidos, que es donde el Presidente Trump tiene los votos. Pero esta situación dispara hacia todos lados. Por ejemplo, nuestros productores de nueces se han visto afectados con sus exportaciones hacia India, debido a los aranceles de 100% que ese país impuso a las importaciones. Entonces, es una situación que no se sabe cuándo puede terminar ni hasta dónde puede llegar”.
-¿Está prevista una visita del Presidente Piñera a China?
“Sí, la última semana de abril del próximo año. Las autoridades chinas enviaron una invitación formal al Presidente Piñera con el canciller Ampuero. Se van a reunir (Piñera y Xi Jinping) en Papúa Nueva Guinea y es el primer Presidente de América Latina que invitan de manera formal para que haga su presentación en el Foro de la Ruta de la Seda. Esto tiene un mérito importante. Yo estuve el año pasado invitado por la expresidenta Michelle Bachelet y había cerca de 40 mandatarios. Los únicos que hablaron fueron el Presidente Vladimir Putin, el Presidente Xi Jinping y la expresidenta Bachelet. La idea del Presidente Piñera era aceptar la invitación y, junto con eso, realizar una visita de Estado. Y las autoridades chinas lo invitaron para realizar una visita de Estado en ese mismo momento”.