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SANTIAGO, 31 ene (DF) — La primera jornada de negociaciones entre los equipos de China y EEUU -para poner fin a la guerra comercial que ambos países libran desde julio- comenzó con el pie derecho, ante la promesa de Beijing de hacer frente a una de las mayores críticas de Washington: la transferencia presuntamente “forzosa” de tecnologías desde firmas estadounidenses a chinas que las adquieren.
La agencia oficial del gigante asiático Xinhua informó ayer que la Asamblea Popular Nacional de China debatirá en marzo una ley de inversión en el extranjero, que prohibiría formalmente las transferencias “forzosas” de tecnología además de otras injerencias ilegales de autoridades de gobierno en firmas en el extranjero.
El texto, visado por un comité legislativo en diciembre, buscaría aplacar uno de los grandes temores de EEUU, que esta semana presentó cargos criminales contra Huawei, entre otras cosas por supuesto “robo de secretos” de su rival T-Mobile.
La ronda negociaciones iniciada ayer en Washington es la de mayor nivel desde que los presidentes de ambos países se reunieron en Buenos Aires en diciembre. En ella participan hasta hoy, el vicepremier chino Liu He, y el representante de comercio de la Casa Blanca, Robert Lightizer.