¿A dónde se dirige China? Esta es una pregunta crucial para la economía global. Fue la resistencia de China la que posibilitó que la crisis financiera del 2007-08 no se transformase en la segunda Gran Depresión después de la ocurrida en la década de 1930. Sin embargo, la actual desaceleración china llega en un momento incómodo. La economía estadounidense, que había tenido un buen desempeño en los últimos años, también se está desacelerando. Y lo mismo acontece en Europa. A pesar del escenario pesimista, las autoridades chinas han dado fuertes señales de que no permitirán que la economía de su país se desplome. Hay una tendencia entre los analistas occidentales a considerar que China interpreta mal al país. Después del colapso de la Unión Soviética en 1991, por ejemplo, y la adopción de lo que vino a llamarse el shock de la reforma económica, muchos instaron a Beijing a seguir los pasos rusos. No obstante, los chinos se movieron con cautela. Finalmente, China tuvo éxito, mientras que Rusia fracasó espectacularmente.
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