SANTIAGO, 18 jun (DF) — La semana partió con una dura advertencia del grupo empresarial más poderoso de Washington sobre el impacto de la guerra comercial a la economía de EEUU, mientras representantes de grandes firmas comenzaban a participar en una ronda de siete días de audiencias sobre las consecuencias de los aranceles.
Compañías como Best Buy, Hasbro, New Balance y HP, y grupos especializados como la Asociación Americana de Pesca Deportiva y la Asociación de Editores Evangélicos Cristianos, expusieron ayer ante la Oficina del Representante de Comercio de EEUU que la aplicación de gravámenes de 25% a US$300 mil millones en importaciones podrían producir 2 millones de despidos y golpear directamente los bolsillos de las familias estadounidenses.
En paralelo, el jefe del despacho, Robert Lighthizer, recibió un reporte de la Cámara de Comercio de EEUU con estimaciones de que la disputa costaría US$1 billón (millón de millones) a la economía durante la próxima década.
Por ello, el grupo solicitó que los impuestos ya aplicados se reviertan y detalló que la nueva ronda de medidas “ampliaría drásticamente el daño ya hecho” a consumidores, trabajadores y firmas locales.
La nota, firmada por 600 grupos la semana pasada, incluyendo a grandes minoristas como Walmart, Target y J Crew, apuntó a que la estrategia del presidente Donald Trump ha forzado a muchas compañías a elevar sus precios y desviar sus cadenas de suministros, debilitando las relaciones del jefe de Estado con quien habían respaldado su agenda de recortes fiscales y de desregulación.