SANTIAGO, 3 jul (La Tercera) — La globalidad en la industria automotriz desde hace años ha movido el mapa de los orígenes de autos. Así, el lugar de fabricación tiene cada vez menos relevancia a la hora de la elección de los compradores, debido a que, independiente del país en que se construye, se debe responder a la calidad y las exigencias de cada constructor.
En nuestro país, el origen chino ha sido un tema. Al comienzo, las personas tomaban distancia debido a que no se confiaba en la calidad, sin embargo, actualmente los vehículos fabricados en el Dragón Asiático son el principal origen en la venta de vehículos nuevos con un 18,3% del mercado, superando a Corea del Sur (12,9%) y Japón (11,7%).
De los vehículos chinos que se venden en el país, casi la totalidad corresponde a marcas del país asiático, salvo contadas excepciones, como Chevrolet, que comercializa la N300 Max, el Sail, Cavalier y Captiva.
Entre las marcas de lujo, en Chile se comercializa solo un modelo, el Volvo S90, el cual ha logrado una excelente aceptación por parte de los usuarios de la marca sueca, y al que le realizamos una prueba de manejo cuando se presentó en el país.
Según Marcelo Haristoy, gerente de la firma escandinava, “todas las versiones del Volvo S90 provienen desde China” y la decisión de traerlo desde ese origen “responde a una estrategia global de la marca que fue develada hace dos años donde se anunció el inicio de la producción de las versiones más equipadas del S90 en la planta de Daqing en China. Además, Volvo proyectó que toda la producción del sedán, en el corto plazo, se llevaría a cabo en la mencionada fábrica asiática, incluidas las que van destinadas al mercado europeo. Actualmente, todas las variantes del Volvo S90 son producidas ahí y cumplen fielmente con el ADN característico de la marca y los más altos estándares de fabricación”.
Para el ejecutivo, “la planta de Daging, sin duda, es una de las más tecnológicas a nivel mundial ya que los procesos de producción están automatizados alcanzando un nivel de eficiencia de primer nivel. Esto, sumado a que en china está la mayor demanda de sedanes de lujo, son dos de las razones de por qué se fabrica el S90 allá. La capacidad de producción ampliada de Volvo en China forma parte integral de su amplia huella industrial a nivel mundial, y como mencioné anteriormente, es una estrategia global para todos los mercados. Con solo decirles que Volvo ha sido pionero en el camino de las exportaciones de automóviles de China a los mercados globales. Fue el primer fabricante de automóviles occidental en exportar un auto premium hecho en China a Estados Unidos en 2015 con la inscripción S60, que recibió una calificación completa de 5 estrellas en las pruebas de la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras (NHTSA).