SANTIAGO, 24 jul (El Mercurio) — Más de un año y medio lleva el enfrentamiento comercial entre EEUU y China. El conflicto que ya ha tenido repercusiones en el crecimiento de la economía global, también ha afectado sus propias cadenas de suministro.
En sus proyecciones de crecimiento de abril, el Fondo Monetario Internacional (FMI) redujo la estimación para el crecimiento del PIB de EEUU de 2,5% a 2,3% este año, y la de China, encanto, la subió de 6,2% a 6,3% para el mismo periodo. Ayer, a tres meses desde entonces, el FMI actualizó sus proyecciones y el escenario fue completamente al revés: subió la estimación para Washington y redujo la proyección para Beijing.
Así la economía estadounidense fue revisada al alza subiendo tres puntos porcentuales, desde un 2,3% a un 2,6% para 2019. En el caso de China, el pronóstico se recortó de 6,3% a 6,2% por el efecto negativo de los aranceles.