Visita nuestro archivo

SANTIAGO, 4 sep (El Mercurio/WSJ) — Las consecuencias de una escalada en la guerra comercial entre EEUU y China están teniendo repercusiones en la economía global, obstaculizando el crecimiento en los gigantes industriales asiáticos como Japón y Corea del Sur, y a fábricas que están tan lejos del frente de batalla como Alemania.

La producción industrial global cayó en el trimestre hasta junio, como también el flujo comercial, ambas señales de que la economía está más lenta. Una serie de estudios de compañías manufactureras en Asia y Europa indica que es poco probable que haya una recuperación durante los próximos meses mientras los aranceles sobre los bienes que se mueven entre los dos principales actores de la economía global siguen subiendo. Se espera que un estudio similar en EEUU envíe el mismo mensaje.

Las nuevas señales de debilidad en la manufactura global van a poner en alerta a las autoridades de los bancos centrales en el mundo para que proporcionen un nuevo estímulo después de una ola sincronizada de recortes en las tasas de interés en los últimos meses. Les preocupa que mientras más tiempo continúe la desaceleración fabril y más se extienda, más probable es que arrastre a otras partes de la economía que siguen estando relativamente sanas.