NUEVA YORK, 21 dic (CNN) — Tiffany ha estado poniéndose al corriente en China, y su CEO no tiene reparos en decirlo.
La joyería neoyorquina de 182 años de antigüedad, que recientemente fue comprada por el conglomerado de lujo LVMH, ingresó al territorio continental de China en 2001 y comenzó a construir su red minorista allí unos seis años después, de acuerdo con Alessandro Bogliolo. Dijo que fue “un poco tarde en comparación con la mayoría de las marcas de lujo”.
Probablemente perdimos una década de oportunidades”, dijo Bogliolo a CNN Business.
Bogliolo calificó el incremento de la presencia de Tiffany en China como una de sus primeras decisiones importantes como presidente ejecutivo. Desde que asumió el mando en 2017, Bogliolo ha abierto varias tiendas nuevas en el territorio continental, encargó nuevas joyas inspiradas en diseños chinos, estableció una plataforma de compras en línea en chino y ordenó una revisión masiva de la tienda insignia de la compañía en Shanghái, que aproximadamente ha duplicado su tamaño para convertirse en la mayor tienda de la compañía en Asia.
Bogliolo estuvo en esa tienda para conmemorar su reapertura, y habló con CNN Business mientras sostenía un brillante anillo de diamantes de nueve quilates. La pieza es solo una de varias joyas de alta gama —cuyo precio oscila entre los 100,000 dólares y las decenas de millones de dólares cada una— que Tiffany está vendiendo ahora en China.
A pesar de la desaceleración de la economía del país, Bogliolo sigue siendo optimista acerca del país, que ha sido un punto luminoso para la compañía con un crecimiento de ventas “muy fuerte” en los últimos dos años, dijo.
Los compradores chinos representan un tercio del consumo global en artículos de lujo, al gastar aproximadamente 115,000 millones de dólares el año pasado, según la consultora McKinsey. Y aunque normalmente viajaban fuera del territorio continental para comprar esos artículos, sus hábitos ahora están cambiando a medida que Beijing reduce los impuestos a las importaciones y las marcas reducen la brecha de precios que generalmente hace que sus productos sean más baratos en Hong Kong y otras ciudades, según la consultora Bain y la firma de investigación Bernstein.
“Los consumidores chinos realizaron el 27% de sus compras de lujo en China en 2018, frente al 23% en 2015”, según un informe de Bain publicado en abril. “Anticipamos que esta participación aumentará al 50% para 2025”.
Esta vez, Tiffany está decidida a no quedarse atrás. La tendencia emergente ha llevado a la compañía a trasladar parte de su inventario más costoso a China, dijo Bogliolo. En un intento por atraer a los coleccionistas de joyas establecidos, las piezas de alta gama que hasta hace poco solo se mostraban en China para exposiciones u otros eventos ahora serán parte de la colección permanente de la tienda de Shanghai, según Bogliolo.
La compañía también está tratando de ganarse a los jóvenes compradores chinos mediante la construcción de un Blue Box Cafe en su tienda de Shanghaái. El restaurante de la firma pronto estará abierto para cualquiera que quiera desayunar, almorzar o cenar en Tiffany’s.
“El 80% de los consumidores de lujo en China son millennials”, dijo Bogliolo. “Realmente quería traer a China, a Shanghai, la experiencia emblemática que puedes tener en Nueva York”.