QUITO, 5 ago (El Comercio) — Han pasado 20 meses desde la última vez que China otorgó un préstamo a Ecuador, en diciembre de 2018. Pero en este mes de agosto del 2020, el gigante asiático podría volver a desembolsar US$ 2.400 millones para las arcas fiscales, a través del Banco Industrial y Comercial de China (ICBC, por sus siglas en inglés) y del China Development Bank (CDB).
El titular de Finanzas, Richard Martínez, dijo que hoy informará avances de esos créditos. El Ministro adelantó que el avance tiene que ver con una línea de crédito del CDB y con la reestructuración de la deuda con ese país. “Ecuador no tiene acceso a fuentes de financiamiento y este momento China se puede convertir en una fuente importante”, dijo.
El Gobierno ha señalado que los créditos están atados a una operación de venta de petróleo, la cual está en la recta final. Pablo Flores, gerente de la estatal Petroecuador, fue autorizado el 13 de julio pasado por el Directorio para negociar con las compañías chinas y firmar el contrato, una vez que identifique la oferta más conveniente.
Ecuador tiene vigentes ocho contratos de preventa de crudo a largo plazo con las firmas Petrochina, Unipec y Petrotailandia. Con estas compañías están comprometidos 300 millones de barriles hasta el 2024.
Jaime Carrera, secretario del Observatorio de la Política Fiscal, señaló que si se contratan créditos chinos de nuevo, debe haber transparencia y evitar el ‘oscurantismo’ del pasado. Carrera criticó que los préstamos eran atados a obras o venta de crudo y, pese a eso, las tasas eran altas, del 6 y 7%.
Walter Spurrier, director de Análisis Semanal, reconoció que el Gobierno se encuentra en un escenario complicado y China “es la única alternativa”. El país, además, enfrenta importantes desafíos para alcanzar la sostenibilidad de la deuda. “Aun si estuviese disponible financiamiento del FMI, es poco probable que sea suficiente para cubrir todo el déficit”, dijo Jaime Reusche, vicepresidente sénior de la calificadora Moody’s.