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NUEVA YORK, 25 sep (El Mercurio/WSJ) — Ernst & Young, firma que está bajo ataque por pasar por alto un presunto fraude que golpeó a la compañía fintech alemana Wirecard AG, dijo que los auditores deberían desempeñar un rol mayor en la detección de esas irregularidades, desafiando la antigua afirmación de la industria contable de que su labor no es buscar una negligencia profesional.

“Si bien la responsabilidad principal por la prevención y detección de fraude corresponde a los consejos de supervisión y administración, las auditorías deberían tener un rol más grande en el futuro para detectar fraudes materiales”, señaló Carmine Di Sibio, presidente y jefe ejecutivo de EY Global, en una carta que se envió a los clientes y a la que tuvo acceso The Wall Street Journal.

“Aún cuando tuvimos éxito en descubrir el fraude, lamentamos que no se hubiera logrado antes”, agregó.

La autoridad reguladora de auditorías de Alemania está investigando a EY por su revisión de cuentas de Wirecard, la que colapsó después de revelar que faltaban de su estado de cuentas US$ 2 mil millones que aseguraba tener y que probablemente no existían. Los inversionistas están demandando a EY. Comerzbank AG y la división de administración de activos de Deutsche Bank AG, los que perdieron dinero después que Wirecard quebró, despidieron a EY como su auditor, y citaron conflictos de interés.

La carta de EY menciona una serie de medidas que la firma está tomando para endurecer su inspección de los libros de las compañías, lo que incluye observar las redes sociales y “revisiones progresivas de la probidad de la administración”. Esos cambios son “imperativos para la profesión de auditoría en general”, dice la carta de EY, y agrega que “suben la vara en forma significativa y van más allá de los estándares profesionales que se aceptan actualmente”.

Hasta qué punto se puede responsabilizar a los auditores por los fraudes en las compañías a las que les han otorgado el visto bueno sigue siendo la manzana de la discordia entre inversionistas, autoridades reguladoras y la profesión contable.

EY Germany había hecho la auditoría de Wirecard desde 2009. Durante más de una década, inversionistas y medios de comunicación habían dado señales de alarma sobre la confiabilidad de la compañía.

EY sostiene que su auditoría fue rigurosa y que descubrió que el dinero no estaba ahí. Pero esto fue después de las voces de alerta que emitió otra firma de auditoría, KPMG LLP, la que estaba realizando una investigación profunda de las cuentas de Wirecard a petición de la compañía.

Di Sibio dijo que EY sigue estando comprometida con Alemania y con sus operaciones ahí. Igual que otras grandes firmas contables, sus filiales en el país están legalmente separadas y son independientes de otras entidades en la red global, lo que significa que cada una tiene que enfrentar sus propias responsabilidades por los juicios.