SANTIAGO, 16 nov (DF) — “Concéntrese en la tarea central de la diplomacia, haga un buen trabajo, lidere un buen equipo, esté a la altura de la confianza y haga las debidas contribuciones a la promoción de la diplomacia china”. Esa fue la orden que a mediados de octubre recibió Xu Bu, el polémico ex embajador chino en Chile, durante su nombramiento como nuevo presidente del Instituto de Estudios Internacionales de China (CIIS), dependiente de la Cancillería de ese país.
Fue el vicecanciller, Zheng Zeguang, quien a nombre del ministerio de Relaciones Exteriores y del Partido Comunista chino pronunció en Beijing el discurso con el que Xu Bu se convirtió en el líder de esa entidad, cuya importancia ha crecido en los últimos años de la mano de la modernización de la diplomacia china. Su rol es estudiar temas de importancia estratégica de mediano y largo plazo y alimentar con esos insumos a la enorme red de embajadas del gigante asiático.
Según fuentes diplomáticas, la calidad analítica y formación del CIIS es bastante alta, ya que allí trabajan varios doctorados de universidades estadounidenses y es donde van a parar los mejores estudiantes de la Facultad de Asuntos Internacionales de la Universidad de Beijing.
El 6 de noviembre, en la ciudad china de Haikou, el ex embajador debutó como orador en el “Foro de Cooperación y Gobernanza Marítima”, donde se reunieron expertos y académicos de EEUU, Gran Bretaña y Asia. Allí se reencontró con varios conocidos. “Solía desempeñarme como embajador de China en la ASEAN y me alegra especialmente encontrarme con viejos amigos de los países de la ASEAN”, comentó en su discurso, quien en Chile se convirtió en una controvertida figura diplomática por su activo rol en la defensa de los intereses de su país”.
En los casi 3 años que estuvo en Santiago, el doctorado en Derecho (59 años) protagonizó varias polémicas: intervino en las negociaciones por la venta del 24% de SQM a la minera china Tianqi; hizo gestiones ante el ministerio de Salud para que la constructora estatal china Qingjian Group pudiera participar en una licitación y acusó al secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, de hipócrita.
Nunca antes un embajador chino había tenido un protagonismo de ese tipo. Y de inmediato se le comparó con los representantes diplomáticos de otras potencias que en décadas pasadas solían marcar presencia en el país y América Latina.
Originario del sur de China, casado y con una hija, ha trabajado en diversas misiones diplomáticas fuera de su país, pero su “fuerte” es la planificación y la estrategia. Ha sido consejero en la misión china ante la ONU, ministro consejero en la embajada china en Canadá, representante adjunto para los asuntos de Corea del Sur en su propio país y plenipotenciario ante la ASEAN.
Cuando se fue de Chile en octubre dijo a sus cercanos que lamentaba no haber podido celebrar los 50 años del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre Chile y China, como lo había programado, producto de la pandemia y todas sus restricciones.
La semana pasada en el foro de Cooperación y Gobernanza Marítima, el ex embajador chino en Chile dio a conocer el interés de su país por regular los océanos, destacando las contribuciones monetarias de China para la investigación y ciencia marina, así como la protección de las rutas comerciales. “El océano es el hogar común de la humanidad”, sostuvo concentrado en la promoción de la diplomacia de su país.