SANTIAGO, 5 ene (El Mercurio) — Con rapidez actuó el directorio de Codelco luego de que el Tribunal Ambiental de Antofagasta aprobara el avenimiento con el Consejo de Defensa del Estado (CDE) por el supuesto daño ambiental ocurrido en la división Salvador, que tenía en jaque el futuro de la faena ubicada en la Región de Atacama.
La semana pasada, en una reunión extraordinaria, la mesa de la corporación dio luz verde a Rajo Inca, proyectpo estructural que extenderá la vida útil de la histórica división Salvador, por más de 50 años (43 años de operación), con una inversión que superará los US$1.383 millones.
El monto es casi 35% menor a la iniciativa originalmente aprobada en 2014, cuando se consideraba la construcción de planta y la compra de equipos nuevos. “Para hacer viable a Rajo Inca, ajustamos sus costos, y eso implica que maximizaremos el uso de la infraestructura existente. Haremos un mantenimiento correctivo y preventivo de las plantas concentradora e hidrometalúrgica. Además aprovecharemos los camiones, palas hidráulicas y los cargadores frontales alto tonelaje de otras divisiones de Codelco que no los usarán, como Chuquicamata”, sostuvo el presidente ejecutivo de la estatal, Octavio Araneda.
Con todo, Salvador dejará de operar su mina subterránea y otros tres pequeños rajos, para concentrarse en construir el proyecto Rajo Inca y en una refundación del histórico yacimiento bajo estrictos protocolos sanitarios a raíz de la pandemia, para lo que se optimizarán tecnológicamente sus principales activos, a fin de convertirse en una faena con métodos de operación más modernos, tecnologizados, sustentables y productivos.