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MADRID, 10 may (Europa Press) — La caída de restos del cohete chino que lanzó el núcleo de su futura estación espacial, consumada sin daños este 9 de mayo sobre el Indico, ha enconado el debate sobre los desechos espaciales.

El administrador de la NASA, el senador Bill Nelson, dijo en una declaración al respecto que “está claro que China no está cumpliendo con los estándares responsables con respecto a sus desechos espaciales”, horas antes de la caída en la Tierra de restos del cohete, y tras días de acusaciones de que el proceso estaba fuera de control y sin transparencia informativa.

En respuesta, el periódico Global Times, publicó una editorial este 10 de mayo, en el que afirma que la reentrada en la atmósfera “es una forma común global de lidiar con los escombros de los cohetes, practicada por todas las potencias espaciales, incluido el propio EEUU”, que el episodio de su último cohete Larga Marcha 5 ha sido objeto de una “exageración descarada”, y que todo procede de “personas celosas del rápido progreso de China en la tecnología espacial”.

El editorial resalta que “no hay evidencia que demuestre que los puntos de aterrizaje de los restos de cohetes estadounidenses sean más controlables en comparación con los de China”.

A menos que un cohete se recicle por completo después de su lanzamiento, siempre habrá algunos factores incontrolables, agrega Global Times, que recuerda que durante los casi 60 años de actividades espaciales, la caída calculada de restos de cohetes no ha causado víctimas hasta ahora. “Además, los riesgos de caída de escombros de cohetes son los mismos, sin importar de quien sea el cohete. Es seriamente anti intelectual afirmar que los restos de cohetes de China son espacialmente peligrosos”, concluye.

Los escombros del cohete portador Larga Marcha 5B Y2 de China volvieron a entrar en la atmósfera de la Tierra a las 02:24 UTC del 9 de mayo y la mayoría de las partes se desintegraron durante el proceso, dijo la Agencia Espacial Tripulada de China (CMSA). La ubicación de la reentrada fue 72,47 grados de longitud este y 2,65 grados de latitud norte, lo que indica algún lugar en el Mar Arábigo al oeste de las Maldivas.