BEIJING, 15 jul (AP) — El gobierno de China acusó hoy a Washington de perjudicar el comercio mundial después de que los legisladores aprobaron restricciones a las importaciones desde Xinjiang y advirtieron a las empresas estadounidenses que enfrentan riesgos legales si hacen negocios con esa región.
Las medidas se suman a la creciente presión sobre las empresas que compran ropa, algodón, tomates y otros productos de Xinjiang, donde el gobernante Partido Comunista está acusado de mantener en campos de detención a más de 1 millón de miembros de grupos étnicos en su mayoría musulmanes. Washington ha bloqueado algunas importaciones, mientras que Beijing ha provocado la ira de los consumidores chinos hacia las marcas que expresan su preocupación por un posible trabajo forzoso.
“Los llamados problemas de derechos humanos y trabajo forzoso en Xinjiang son completamente inconsistentes con los hechos”, dijo un portavoz del Ministerio de Comercio, Gao Feng.
“El enfoque de Estados Unidos ha socavado seriamente la seguridad y la estabilidad de la cadena industrial global y la cadena de suministro”, dijo. “China se opone firmemente”.
Gao no dio indicios de posibles represalias chinas.
La última medida aprobada el miércoles por el Senado de Estados Unidos bloquearía las importaciones de bienes fabricados con trabajo forzoso en Xinjiang. El proyecto de ley requiere la aprobación de la Cámara de Representantes.
El martes, el Departamento de Comercio y otras cinco agencias advirtieron a las empresas vinculadas a la región que “corren un alto riesgo” de violar las leyes estadounidenses contra el trabajo forzoso.
En un lenguaje inusualmente contundente, dijeron que Beijing lleva a cabo “genocidio y crímenes contra la humanidad” en Xinjiang, incluido el encarcelamiento, la tortura, la violación, la esterilización forzada, el trabajo forzoso y las “restricciones draconianas” a la circulación y la religión.
Los funcionarios chinos niegan las acusaciones de abusos en Xinjiang. Dicen que los campamentos son para la formación laboral y la lucha contra el radicalismo.
Washington y la Unión Europea han impuesto sanciones financieras y de viaje a funcionarios chinos acusados de abusos en Xinjiang. Estados Unidos ha bloqueado las importaciones de algodón, tomates y materiales para fabricar paneles solares de empresas sospechosas de utilizar trabajo forzoso.
Beijing tomó represalias anunciando sanciones no especificadas contra funcionarios estadounidenses y europeos, un grupo de expertos europeo y dos investigadores europeos que estudian Xinjiang.
La televisión estatal pidió un boicot al minorista sueco H&M después de que se uniera a otras marcas para expresar su preocupación por los informes de trabajo forzoso en Xinjiang. Los medios estatales han hecho públicos los llamamientos de algunos chinos a boicotear a Nike, Adidas, Uniqlo y otras marcas mundiales de calzado y ropa.