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SANTIAGO, 15 dic (bnamericas) — La chilena Antofagasta Minerals apunta a una producción de 900.000t/a de cobre para 2026 frente a las 733.900t de 2020.

Durante su presentación en el día de los mercados de capital ayer martes, la compañía dijo que un hito clave para cumplir con la meta es obtener la aprobación del directorio del proyecto de US$2.700 millones para instalar una segunda concentradora en la mina Centinela, en la Región de Antofagasta, para fines de 2022. Si se aprueba, la concentradora comenzará a operar en 2025.

El proyecto debiera producir aproximadamente 180.000t/a de cobre equivalente en una primera etapa y aumentar la capacidad a 250.000t/a. El año pasado se completó un estudio de viabilidad para la primera fase, mientras que este año se ha avanzado en la ingeniería de detalle.

Sobre el escenario político de Chile relacionado con las elecciones presidenciales y la redacción de una nueva constitución, el presidente ejecutivo Iván Arriagada dijo que confía en que los posibles cambios mantendrán a la minería como la industria más importante del país.

El vicepresidente de desarrollo de Antofagasta, Andrónico Luksic, indicó que la empresa está buscando oportunidades de fusiones y adquisiciones y proyectos de cobre en Sudamérica.

También explicó que en Chile y Perú la minera se está enfocando en la exploración, mientras que en EE.UU. y Canadá está interesada en formar empresas conjuntas con socios que ocupen posiciones interesantes en terrenos.

En cuanto a las nuevas tecnologías, la empresa dijo que está desarrollando un método de lixiviación de sulfuros primarios que podría desbloquear el mineral de calcopirita de menor ley actualmente no rentable.

La minera también desea satisfacer el 100% de sus necesidades energéticas operativas con energías renovables para fines de 2022. Asimismo, para 2025 se espera que el 90% de las necesidades hídricas se cubra con agua de mar o aguas recirculadas.

El gasto de capital de Antofagasta para el próximo año debiera anunciarse en el informe de producción del 4T. El marco de asignación de capital de la compañía ahora incluye la mitigación del riesgo climático.

Actualmente, la firma avanza con la expansión de Los Pelambres, de US$1.700 millones (en la foto), en la Región de Coquimbo, que incluye una planta desalinizadora de US$500 millones con una capacidad de 400l/s, que se elevará a 800l/s como parte de un proyecto de US$1.000 millones presentado a las autoridades ambientales este año.

El control de la empresa está en manos del grupo chileno Luksic.