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BEIJING, 13 ene (EFE) — China impuso castigos a 592.000 funcionarios en 2022 por violaciones disciplinarias, informó hoy la Comisión Central para Inspección y Disciplina (CCID), el brazo anticorrupción del gobernante Partido Comunista de China (PCCh), en su cuenta oficial de la red social WeChat.

Entre los sancionados, figuran 53 personas con cargos “a nivel ministerial o provincial”, señala el organismo.

El año pasado, el exministro chino de Justicia Fu Zhenghua recibió una condena a muerte en suspenso por aceptación de sobornos a raíz de una investigación dirigida por el poderoso órgano anticorrupción.

Por su parte, el exviceministro chino de Seguridad Pública Sun Lijun también fue acusado el año pasado de aceptar dádivas y recibió la misma sentencia: pena capital en suspensión, relativamente frecuente en el gigante asiático en casos de corrupción y que representa que, si el reo no comete nuevos delitos y tiene un comportamiento adecuado durante el periodo estipulado, puede ver su pena conmutada a cadena perpetua.

Entre los casos que recibieron mayor atención en 2022 también se encuentra el de Tong Daochi, exjefe del PCCh en la provincia insular de Hainan (sur) y al que se le asignó la misma pena que a Sun y Fu tras unas pesquisas realizadas por la CCID.

Asimismo, se registraron corruptelas en la propia Comisión Central para Inspección y Disciplina: su exinspector superior Dong Hong recibió el pasado enero una condena a muerte suspendida por aceptar sobornos.

Tras su llegada al poder en 2012, el actual secretario general del PCCh y presidente de China, Xi Jinping, comenzó una campaña anticorrupción en la que varios altos cargos chinos han sido condenados por aceptar sobornos millonarios.

La campaña ha llevado al castigo de millones de funcionarios y ha destapado importantes casos de corrupción, pero algunos críticos han apuntado que también podría estar siendo utilizada para acabar con la carrera política de algunos de los rivales políticos de Xi.