MANILA, 4 abr (EFE) — El Gobierno de Filipinas aseguró hoy que mantendrá una reunión con representantes del Ejecutivo chino en mayo en Beijing para reanudar las conversaciones sobre la exploración conjunta de gas y petróleo en el mar de China Meridional, a pesar del conflicto territorial que mantienen en dichas aguas.
“Filipinas y China se reunirán para mantener conversaciones preparatorias en Beijing en algún momento de mayo”, informó este martes el ministerio de Exteriores filipino en un comunicado.
La declaración de la Cancillería filipina sucede al anuncio de la pretendida reanudación de estas charlas que los presidentes de China y Filipinas, Xi Jinping y Ferdinand Marcos Jr, respectivamente, comunicaron después de reunirse en Beijing en enero, sin concretar fecha entonces.
Las negociaciones para establecer exploraciones conjuntas en el mar de China Meridional (como lo llama Beijing), aguas muy ricas en recursos naturales por las que pasa alrededor de un tercio del volumen del comercio global, se suspendieron en junio del pasado año, cuando el entonces presidente filipino, Rodrigo Duterte, alegó incompatibilidad inconstitucional.
Las exploraciones en el mar del Sur (como se refiere a él Manila) son controvertidas para Filipinas por el conflicto territorial que mantiene con China por la soberanía de varias islas y atolones en esas aguas (en el archipiélago Spratly), agudizado en los últimos meses por las frecuentes incursiones de buques chinos en aguas territoriales filipinas.
Se trata, además, de un momento especialmente delicado en las relaciones entre China y Filipinas, después de que este lunes Manila anunciara las cuatro nuevas bases militares a las que el Ejército de EE. UU. tendrá acceso en el archipiélago asiático, tras la ampliación de un acuerdo de Defensa entre Washington y Manila.
De las cuatro bases, tres de ellas se sitúan en la parte más septentrional de Filipinas, cerca de Taiwán, y otra es más próxima a las islas y arrecifes en disputa entre Beijing y Manila en el mar del Sur, lo que China considera una provocación que “amenaza la paz regional”.
El impulso a la negociación para explorar gas y petróleo en el mar del Sur con China, el mayor socio comercial de Filipinas, ilustra la relación ambigua que Marcos Jr. mantiene con el gigante asiático, con el que trata de amistarse en el plano económico mientras frena sus ambiciones expansionistas apoyándose en su alianza militar con Estados Unidos.