BEIJING, 9 may (EFE) — China lanzó una investigación contra la consultora internacional Capvision, a la que acusa de “omitir riesgos de seguridad nacional” o de “transmitir información confidencial al extranjero”, según recogen medios locales.
Según la televisión estatal CCTV, las autoridades del país interrogaron esta semana a empleados de la firma e inspeccionaron sus oficinas en Shanghai, Beijing, Suzhou y Shenzhen como parte de una campaña a nivel nacional que tiene como objetivo “limpiar la industria de la consultoría”.
El medio asegura que algunas firmas contratan personal procedente de órganos gubernamentales chinos para “proporcionar información confidencial a clientes en el extranjero”.
En marzo, la policía ya detuvo a cinco empleados del grupo Mintz y también interrogó a empleados de Bain and Company, una de las principales consultoras estadounidenses con sede en la metrópolis de Shanghai.
Según CCTV, “hay grupos extranjeros que recurren a las consultoras para obtener información confidencial”, además de asegurar que las autoridades “van a intensificar la supervisión del sector para guiarlo hacia un desarrollo saludable”.
El portavoz de Exteriores chino Wang Wenbin se refirió hoy al caso en la rueda de prensa diaria de la cartera para asegurar que la investigación “sigue con normalidad las leyes chinas”.
“Se trata de promover el desarrollo saludable de esta industria y de salvaguardar la seguridad nacional y nuestros intereses de desarrollo”, indicó, sin dar más detalles.
En abril, China aprobó una reforma de su Ley Antiespionaje que clasifica los “ciberataques contra órganos estatales” e “infraestructuras de información clave” como espionaje, además de incluir la “colaboración con organizaciones espías y sus agentes” en la categoría de espionaje.
El director del departamento de Derecho Penal de la Comisión de Asuntos Legislativos del Comité Permanente de la ANP, Wang Aili, explicó entonces que la reforma “se adhiere a un enfoque orientado a solucionar los problemas” y “amplía” las categorías de objetos cuyo hurto se clasificará como “robo de secretos”.
La reforma también agregó “documentos, datos, materiales y artículos relacionados con la seguridad nacional para su protección”, indicó Wang.
Asimismo, la enmienda aclara las responsabilidades en las “precauciones contra el espionaje” que han de tener las instituciones estatales, que deberán llevar a cabo “una educación antiespionaje” y “aumentar de forma efectiva la alerta pública” contra dichas actividades.