MADRID, 1 jun (El Economista) — El empresario y magnate dueño de Tesla y Twitter -entre otras-, Elon Musk, realizó recientemente una visita a China en un momento en el que las relaciones de ambos países son, cuanto menos, gélidas. El empresario mantuvo una reunión con el ministro de Relaciones Exteriores chino, Quin Gang, al que aseguró que se opone a las políticas de desvinculación económica de ambas potencias (EEUU y China): “Son gemelos unidos”, aseguró.
En un comunicado oficial, los funcionarios aseguraron que Musk le dijo esa misma frase al ministro. El magnate reiteró que los intereses entre ambos países están entrelazados y que eran inseparables.
Esta visita del magnate se produce tras tres años de cierre del gigante asiático a causa del Covid y China es uno de los mercados más importantes de Tesla, además de que el fabricante de vehículos eléctricos tiene allí su planta más grande.
En la entrevista con el responsable de Exteriores, según el comunicado oficial, se habló tanto de Tesla como el sector del vehículo eléctrico, clave actualmente en la economía china ya que está llevando a cabo un plan quinquenal con un paquete de un billón de yuanes (casi 140.000 millones de euros) para su industria de semiconductores. Todo a través de subsidios y créditos fiscales que impulsen la autosuficiencia en materia de producción de chips semiconductores y para actividades de investigación.
Al mismo tiempo, el gigante asiático está buscando introducirse en Latinoamérica para acceder al mineral más importante para la producción de vehículos eléctricos: el litio.
Pero la visita de Musk no ha sido la única que ha hecho un alto directivo de una empresa. El estadounidense se suma a Tim Cook, de Apple, y a Albert Bourla, de Pfizer, que en los últimos meses también pisaron suelo chino para reunirse con altos funcionarios y visitar las instalaciones de sus empresas, tras tres años de cadenas de suministro interrumpidas por la política de Covid Cero.
Pero esta no es la primera vez que Musk mantiene un encuentro con Quin. Cuando este era el embajador chino en EEUU, el magnate lo invitó a una visita a la planta de Tesla en Fermont, California.
El desacople
Muchos grandes empresarios estadounidenses hablan del “desacople” entre China y Estados Unidos, mientras que la versión oficial de la administración Biden reitera que no están buscando romper lazos con el gigante asiático sino “salvaguardar” sus intereses en materias clave.
Aun así, el periódico Wall Street Journal publicaba esta semana que ya hay empresarios con gran dependencia de China, Apple entre ellos, que ya están buscando reducir su dependencia de las cadenas de suministro chinas. Esta estrategia es conocida entre ellos como “eliminación de riesgos” o “China más uno”.
En el caso de Tesla, sus cifras se han duplicado e incluso anunciaron el mes pasado que están planteando abrir una segunda fábrica en Shanghai para producir su almacenador de energía Megapack.
EEUU y China tiran de los brazos de las empresas
Es de sobra conocido que estas relaciones entre EEUU y China se han deteriorado debido a las ansias de encabezar el boom tecnológico de la descarbonización. Una relación que se volvió todavía más tensa después de que Estados Unidos derribase un globo chino en febrero. Esta constante tensión pilló a las empresas en medio y todavía se acentuó más cuando China introdujo al fabricante de chips americano Micron Technoloy en su lista negra.
Esta acción endureció todavía más la posición contra el gigante asiático y desde la administración Biden lo vio como un castigo por la imposición de enormes aranceles a la exportación de tecnología hacia China.