BEIJING, 20 nov (Reuters) — El Banco Popular de China y el Banco Central Saudí firmaron recientemente un acuerdo de swap de moneda local por valor de 50.000 millones de yuanes (6.930 millones de dólares) o 26.000 millones de riales saudíes, dijeron ambos bancos este lunes, mientras las relaciones bilaterales continuaban mejorando.
Arabia Saudita, el principal exportador de petróleo del mundo, y China, el mayor consumidor de energía del mundo, han trabajado para llevar las relaciones más allá de los vínculos de hidrocarburos en los últimos años, ampliando la colaboración a áreas como la seguridad y la tecnología.
El acuerdo de intercambio, que tendrá una vigencia de tres años y podrá ser prorrogado de mutuo acuerdo, “ayudará a fortalecer la cooperación financiera… ampliar el uso de las monedas locales… y promover el comercio y la inversión”, entre Riad y Beijing, dijo un comunicado del banco central de China.
China importó crudo saudita por valor de 65 mil millones de dólares en 2022, según datos de las aduanas chinas, lo que representa alrededor del 83% de las exportaciones totales del reino al gigante asiático.
Rusia siguió siendo el principal proveedor de petróleo de China en octubre a pesar de los precios más altos del crudo ruso, y las importaciones sauditas cayeron un 2,5% respecto al mes anterior mientras continuaba restringiendo el suministro.
El presidente chino, Xi Jinping, dijo a los líderes árabes del Golfo en diciembre pasado que China trabajaría para comprar petróleo y gas en yuanes, pero aún no ha utilizado la moneda para las compras de petróleo saudita, dijeron comerciantes.
Se cree que Beijing tiene la red más grande del mundo de acuerdos de intercambio de divisas, con al menos 40 países, pero rara vez revela los términos más amplios de sus acuerdos.
“China parece estar utilizando líneas de intercambio de una manera muy diferente a la de Estados Unidos”, dijo Weitseng Chen, profesor asociado de la Universidad Nacional de Singapur. “(China) lo utiliza como una línea de crédito, por lo que es de forma constante, en lugar de algo puntual durante una crisis financiera”.
En octubre, Argentina activó una línea de swap de divisas con China por segunda vez en tres años por una suma de 6.500 millones de dólares para ayudar a aumentar sus agotadas reservas de divisas en medio de una importante crisis económica, con una inflación anual superior al 130% y reservas de dólar del banco central alcanzando niveles negativos.