A pesar del escenario de desaceleración en el que se encuentran tanto Chile como China, a septiembre de 2014, el intercambio comercial entre ambos países totalizaba US$ 24.672,4 millones, exhibiendo una muy mínima variación con los US$ 24.764 millones alcanzados en el mismo periodo del año anterior.
El país asiático continúa desempeñándose como el principal socio comercial de Chile y es una realidad casi inalterable que lo continuará ejerciendo en el futuro. Sin ir más lejos, la Sociedad Nacional de Minería proyecta un crecimiento del consumo chino de nuestro principal producto de exportación, el cobre, desde las 9,8 millones de toneladas anuales registradas en 2013, a unos 17,7 millones de toneladas hacia el 2024.
Un panorama siempre prometedor que tiende a replicarse poco a poco en sectores tales como el agroindustrial, el alimentario o el pesquero, cuyas exportaciones conjuntas al mercado chino se han expandido a una tasa promedio anual de 21,5% desde el 2001. Pero las condiciones de este comercio bilateral no esconderían tantas proyecciones positivas si, al mismo tiempo, no estuvieran enmarcadas en una relación diplomática de sólida factura, que durante el 2015 completará 45 años de vínculos ininterrumpidos. Un dato no menor al considerar que Chile fue el primer país sudamericano en reconocer a la República Popular China como protagonista insustituible de la esfera global, gesto histórico que ha quedado grabado en la memoria colectiva de numerosos políticos, académicos y hombres de negocios de una y otra nación.
No es extraño entonces que el Foro China-CELAC, de reciente constitución, haya decidido efectuar su segundo encuentro oficial en Chile el año 2018. Porque a lo largo de más de cuatro décadas, Chile y China han ido acumulando una incomparable cantidad de instrumentos de cooperación e interacción pública y privada, que ubica a ambos países en un excelente pie para encarar los futuros desafíos de su relación bilateral. Baste citar la existencia de los más de 15 hermanamientos entre ciudades y regiones de Chile con sus pares en China, o la próxima entrada en operaciones en Chile del China Construction Bank; para visualizar que el presente año debiera constituirse en el punto de inflexión definitivo para la denominada Asociación Estratégica entre Santiago y Beijing.