Visita nuestro archivo

El 15 de diciembre de 1970, Chile y China establecieron relaciones diplomáticas. Una decisión arriesgada, si consideramos el complejo ambiente internacional en el que se verificó. Pero una decisión a todas luces visionaria, al comprobar que 45 años después, China constituye el primer socio comercial de Chile, representando cerca del 20% del comercio exterior del país. A nivel internacional, Suecia fue el primer país occidental que estableció relaciones diplomáticas con la República Popular China. Chile replicaría esa actitud a nivel sudamericano, inaugurando con ello un sólido vínculo que no ha parado de crecer y de progresar.

A lo largo de casi medio siglo, Chile y China han atravesado por periodos de grandes cambios internos, ninguno de los cuales ha significado una merma en la calidad de sus relaciones diplomáticas. Es más, desde 1990 a la fecha, se han venido acumulando una incomparable cantidad de instrumentos de cooperación y de organismos de interacción pública y privada, que ubican a ambos países en un excelente pie para enfrentar sus desafíos futuros. El propio nacimiento de CHICIT, en 1997, en medio de un panorama cruzado por la crisis asiática, se inserta dentro de este contexto. En aquellos años, China no estaba en el radar de la mayoría de nuestros empresarios, con un intercambio comercial que apenas bordeaba los US$1.000 millones. Circunstancia diametralmente opuesta a la que acontece hoy, en donde las relaciones entre Chile y China ostentan el estatus de Asociación Estratégica, con un intercambio comercial cercano a los US$33 mil millones, durante el 2014.

En la actualidad, China atraviesa momentos decisivos de su historia económica y social. Desde 2013, el país se ha visto enfrentado a un proceso de desaceleración de su crecimiento, determinado por la debilidad de la demanda mundial y por la reestructuración de su modelo de desarrollo. Un proceso que el presidente chino, Xi Jinping, ha denominado una “nueva normalidad”, caracterizado por la búsqueda de un crecimiento sostenible y de sello cualitativo. Sin disminuir la influencia de los factores externos, es posible afirmar que China cuenta con las herramientas y la capacidad necesaria para enfrentar este singular desafío. Circunstancia crucial en la que Chile espera seguir jugando un rol prioritario, como apoyo y complemento, tal cual como hace 45 años lo pensaran las autoridades de una y otra nación.