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VATICANO, 27 ago (Reuters) — El Vaticano tiene la esperanza de mejorar sus relaciones con China después de décadas de tensión, dijo un diplomático de alto rango de la Iglesia Católica Romana, añadiendo que unas relaciones más cercanas beneficiarían a todo el mundo.
Beijing rompió vínculos con el Vaticano en 1951, poco después de que el Partido Comunista tomara el poder y lanzara una ofensiva contra la religión organizada.
“Hay mucha esperanza y la expectativa de que habrá nuevos desarrollos y una nueva temporada en las relaciones entre la Santa Sede y China”, dijo el cardenal Pietro Parolin, secretario de estado del Vaticano.
Para el Vaticano, un deshielo en las relaciones con China ofrecería la posibilidad de aliviar la difícil situación de los cristianos en el continente, que a menudo han sido perseguidos por las autoridades.
Para China, las buenas relaciones podrían pulir su imagen internacional y suavizar las críticas a su complejo historial de derechos humanos.
El Vaticano es el único estado occidental que no tiene relaciones diplomáticas con Beijing.