En numerosos países, los códigos QR se están imponiendo como servicio de pago para quienes no desean transportar dinero en efectivo. China ofrece un modelo útil para esa transformación, y un estándar que otros países pronto podrían emular. El código QR fue desarrollado en la década de 1990 en Japón después de evidenciarse la cantidad limitada de información que podía ser almacenada en los códigos de barras. La nueva tecnología comenzó abriéndose paso en la industria automotriz. Pero a principios de los años 2000, los clientes japoneses empezaron a comprar teléfonos celulares que podían leer tales códigos, y los vendedores comenzaron a usarlos para promover productos. En 2011, Tencent lanzó la aplicación en la red social china WeChat, demostrando su increible potencial. Los pagos con código QR no requieren tarjetas de crédito ni costosas terminales. Sólo se necesita de una cuenta bancaria y un teléfono inteligente. Gran parte de China se ha convertido en una primera economía QR, donde los códigos se encuentran ahora junto a casi todas las cajas registradoras.
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