El ritmo anual de crecimiento de la economía china se acelerará por primera vez desde 2010. Las cifras más recientes muestran que el PIB creció un 6,9 por ciento en la primera mitad del año, superior al objetivo del gobierno de alrededor de 6,5 por ciento, y mejor de lo que la mayoría de los analistas habían pronosticado. Sin embargo, la confianza en la robustez de la recuperación no ha sido universal, debido a las complejas condiciones del mercado inmobiliario, y a la incertidumbre sobre la relación del Presidente de Estados Unidos con China. En medio de este panorama, expertos británicos han expresado su preocupación por las inversiones chinas en la energía nuclear y en el sector de las telecomunicaciones del Reino Unido. Según el Centro de Estudios de Asia de la Henry Jackson Society, las empresas estatales extranjeras no debieran comprometer la infraestructura más crítica o tecnologías clave para el futuro del país.
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