Más de dos millones de vehículos eléctricos circularon por el mundo durante 2016. Cerca de un tercio de ellos, por China, de acuerdo con datos de la Agencia Internacional de Energía. Dicha circunstancia ha puesto al país asiático a la cabeza de la electrificación del transporte, muy por encima de Estados Unidos, país que ostentaba hace poco el primer lugar en esta iniciativa.
Los vehículos eléctricos están experimentando un verdadero “boom” en China, donde su fabricación y uso está siendo impulsada desde el propio gobierno; en parte, para contribuir a superar el grave problema de contaminación que sufren algunas de sus ciudades. Hace un año aproximadamente, las autoridades asiáticas anunciaron un cronograma que establece que para el 2020, el 12% de las nuevas matrículas deberán corresponder a este tipo de vehículos.
Chile se encuentra bastante lejos de esta realidad, pero existen importantes indicios que demuestran el interés y el potencial de desarrollar una industria de estas características dentro de nuestro territorio, con participación china. Desde fines del 2015, la empresa automotriz de origen chino, BYD, se encuentra explorando nuestro mercado para la introducción de buses eléctricos. Precisamente, en el marco de la tercera versión de la Chile Week en China, la actual titular del ministerio de Transportes realizó una visita a esta firma, con el fin de conocer las características de aquellas máquinas que se incorporarán al Transantiago en los próximos meses. De forma paralela, una delegación de la firma Baic Group, uno de los líderes en fabricación de vehículos eléctricos en China, visitó recientemente CORFO para proponer un proyecto de extracción de litio que incluya la posterior producción de baterías de este material, además de la creación de vehículos eléctricos.
El prestigio de Baic Group, su trayectoria en la industria automotriz y las implicancias para el desarrollo de Chile, son sólidos argumentos para explorar la viabilidad de esta última propuesta, que podría traducirse en múltiples beneficios para nuestro país. Los vehículos eléctricos no emiten material particulado, reducen la contaminación acústica; al tiempo que su fabricación utiliza una mayor cantidad de cobre y sus baterías son elaboradas con litio, dos minerales en los que Chile tiene evidentes ventajas comparativas.