Al tiempo que las actuales autoridades de EEUU han planteado su rechazo al Plan de Energía Limpia y a los intentos por reducir las emisiones de las centrales a carbón; China invierte masivamente en la fabricación de vehículos eléctricos y el país se convierte en unos de los principales productores del mundo de turbinas eólicas y paneles solares. A pesar de los intentos de la administración Trump por revivir industrias del pasado, es poco probable que cambie la tendencia a buscar fuentes de energía alternativa y amigables con el medio ambiente. Y en ese esfuerzo, China lleva la delantera.
Para leer el artículo completo haga click aquí