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El sistema de educación superior de China generará alrededor de 8 millones de graduados el próximo año. A pesar de que Beijing, Shanghai y Guangzhou están en la primera línea de prestigio para conseguir un trabajo, ciudades menos conocidas como Hangzhou, Nanjing, Wuhan, Hefei, Changsha, Tianjin, Xi’an o Chengdu esperan tentar a gran parte de estos jóvenes para establecerse dentro de sus límites. Según un artículo de Guangming Daily, el índice de competitividad laboral de China llegó a 26.1 en 2015, lo que significa que se presentaron 26 personas en promedio por cada trabajo disponible en todo el país. El mismo artículo detalla que las ciudades de primer nivel ya no resultaron tan atractivas para la búsqueda de un primer empleo. Durante décadas, la migración del centro y el oeste de China hacia Beijing y la costa sudeste fue una de las tendencias demográficas definitorias del país. Entre 2000 y 2010, el número de residentes permanentes en Beijing se disparó de 13 millones a más de 19 millones, mientras que la población de Shanghai saltó de 16 millones a 23 millones. Sin embargo, en los primeros cinco años de esta década, la tendencia cambió.

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