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SANTIAGO, 9 ago (PULSO) — El plan de Donald Trump parece estar dando resultados, al menos cuando se miran las cifras de comercio exterior de China. La Administración General de Aduanas del país asiático informó que el superávit comercial con Estados Unidos cayó alrededor de 3% el mes pasado en relación al periodo anterior, dato directamente relacionado con la guerra comercial entre las dos potencias, que tuvo su punto de partida oficial el 6 de julio.
Aunque en términos interanuales mostraron un mero declive, frente al mes anterior las exportaciones chinas a EEUU cedieron 2,5% hasta US$ 41.500 millones, mientras que sus importaciones de bienes estadounidenses cayeron 1,5% a US$13.400 millones. De esta manera, el superávit comercial descendió hasta US$ 28.080 millones.
De acuerdo a Iris Pang, economista de Gran China de ING Wholesale Banking, los números en cuestión “son la primera pista de que los aranceles van a morder” la actividad comercial entre las dos mayores economías globales. Sin embargo, señaló a South China Morning Post que espera que “los datos de agosto, septiembre y octubre den una mejor indicación”.
Este rastro del conflicto se da a conocer un día después de que Estados Unidos agendara para el 23 de agosto la imposición de aranceles a US$16.000 millones de importaciones chinas, los que faltaban de la primera partida de un total de US$50.000 millones.
Ante este nuevo ataque, Bejing confirmó que tomará medidas de igual magnitud contra los envíos estadounidenses. El ministerio de Comercio informó que gravará con impuestos de 25% a una lista de productos, entre los que se incluyen petróleo lubricante, asfalto y gasolina de aviación.