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SANTIAGO, 14 may (La Tercera) — A partir del 1 de junio China subirá de 5% y 10% a 20% y 25% los aranceles que aplica a US$60.000 millones de importaciones estadounidenses. Se trata de la respuesta de Beijing a las barreras que levantó EEUU el viernes, en el marco de un alza en las tensiones comerciales que ha conducido a una ola de ventas en los mercado globales, donde sólo ayer se perdió US$1 billón (millón de millones).

Desde que se sinceró el pobre avance de las negociaciones comerciales el pasado 5 de mayo, las bolsas han tendido a la baja, pero la de ayer fue la jornada más dura para Wall Street. Los tres principales indicadores neoyorquinos registraron caídas superiores a 2%, descensos que fueron seguidos por Europa y Latinoamérica, mientras que Asia ya había vivido su propio lunes negro.

“China nunca cederá a ninguna presión exterior. Tenemos la determinación y la capacidad de defender nuestros derechos e intereses legítimos”, señalaba el vocero del ministerio de Relaciones Exteriores de la potencia asiática, Geng Shuang, a la hora de informar los aranceles que va a imponer Beijing y que dispararon en 28% la volatilidad mundial.

La respuesta de Trump no se hizo esperar. “China no debería tomar represalias. Eso sólo hará que todo empeore”, indicó el mandatario de EEUU a primera hora del día. Si bien, en medio del descalabro de las bolsas intentó poner paños fríos, confirmando que se reunirá con su par chino, Xi Jinping, en la reunión del G20 del 28 y 29 de junio y comentando que no está seguro de subir los aranceles a los US$350.000 millones de importaciones de China que aún no son sujeto de barreras, el rojo se impuso con bajas protagonizadas por las firmas tecnológicas.

Perspectivas

“Si no hay avances vamos a seguir en un nivel muy importante de incertidumbre, con los mercados cayendo fuerte. Cada día que pasa la situación es peor”, señala Alberto Bernal, jefe de estrategia de renta variable en XP Securities, quien espera que “si el mercado se comporta como se comportó el lunes, lo que es probable ante la gravedad de la situación, los líderes no van a tener más alternativa que ver cómo diablos llegan a un acuerdo”.

Esa es también la apuesta de Goldman Sachs, quien en un informe publicado ayer calcula en 30% las probabilidades de que la guerra comercial escale hasta que EEUU cubra con aranceles todas las importaciones chinas. El banco anticipa que, en algún momento del año, los dos países logren llegar a un acuerdo, con el objetivo de evitar una caída significativa en sus respectivas perspectivas económicas.

Las presiones para avanzar en dicha dirección pesan especialmente en EEUU, donde una desaceleración económica también podría amenazar las pretensiones de reelección de Donald Trump el próximo año. Lo anterior, considerando que su propio asesor económico, Larry Kudlow, reconoció que la peor parte de la confrontación con los chinos se la llevan las familias estadounidenses.

En ese marco, incluso desde filas oficialistas hacen reclamos al Jefe de Estado. “Los aranceles actualmente vigentes han tenido un impacto muy negativo en la agricultura, por lo que no necesitamos más malas noticias”, señaló el líder de la mayoría republicana del Senado, John Thune.

Efecto en Chile

Pero no solo los protagonistas están padeciendo el conflicto arancelario. El cobre, extremadamente sensible a la guerra comercial, ayer retrocedió 1,5% hasta los US$2,74 la libra, su nivel más bajo desde el pasado 29 de enero.

Con este resultado, el precio promedio del metal rojo descendió a un promedio de US$ 2,84 en lo que va de 2019, mientras que el año pasado a la misma fecha ese valor llegaba a los US$3,14.

En tanto, el peso chileno bajó 1% frente al dólar, hasta los $693,7. De esta manera, la divisa local calificó como la tercera moneda más depreciada entre los mercados emergentes, superada únicamente por el rand sudafricano y la lira turca.