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SANTIAGO, 25 jun (El Mercurio) — China quiere evitar las discusiones sobre las enormes protestas en Hong Kong en la cumbre de líderes del G20 en Osaka, Japón, cuando los activistas del territorio prometieron nuevas manifestaciones.

La exigencia se produjo después de que Mike Pompeo, el secretario de Estado de EEUU, dijo que el presidente Donald Trump plantearía el tema de las manifestaciones en Hong Kong, así como el empeoramiento de la guerra comercial, cuando se reúna con el mandatario chino Xi Jinping.

“No permitiremos que el G20 discuta el problema de Hong Kong. Hong Kong es la región administrativa especial de China. Los asuntos de Hong Kong son puramente un asunto interno de China. sea cual sea el lugar, cualquiera sea el método no permitiremos que ningún país o persona interfiera en los asuntos internos de China”, aseguró ayer Zhang Jun, vicecanciller chino.

El 15 de junio, Carrie Lam, la gobernadora de Hong Kong que es leal a Beijing, suspendió el proyecto de ley que habría permitido a China extraditar del territorio a los sospechosos para ser juzgados en sus propios tribunales. Al día siguiente, unos dos millones de personas marcharon para exigir el retiro completo de la iniciativa.