SANTIAGO, 23 abr (DF) — los fraudes dentro de las empresas están siendo más comunes de lo que se piensa. Así lo reflejaron las cifras del último reporte global sobre fraude realizado por la Asociación de Examinadores Certificados de Fraude (ACFE) en 2019, que concluyó que las empresas pierden en promedio el 5% de sus ingresos anuales por este motivo, cifra que a nivel global superó los US$3.600 millones.
Dentro de los esquemas de fraude se pueden contar: la corrupción, malversación de activos y fraudes en los estados financieros de las empresas.
En el caso chileno, en base a la información que las sociedades anónimas reportaron al 31 de marzo a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), más de la mitad de estas empresas declaró no contar con p´rocesos que le permitan monitorear en tiempo real los riesgos de sus negocios y filiales.
Según Deloitte, sólo la mitad de estas firmas declaró contar con procedimientos de capacitación para la prevención de este tipo de situaciones que involucre a todos sus colaboradores, aún cuando las cifras globales indican que el entrenamiento hace que el involucramiento y reporte a través de canales internos mejore en casi 50%.
De acuerdo al informe, al menos un tercio de las sociedades anónimas abiertas chilenas que informaron a la CMF señalaron que no poseen ningún procedimiento ni herramienta para prevenir y detectar este tipo de irregularidades.
Al respecto, el director de la práctica forense de Deloitte en Chile y presidente del capítulo chileno de ACFE, Pedro Trevisan, aseguró que “los esquemas de corrupción incluyen temas de conflicto de interés y de fraudes en compras y adquisiciones. Estos, en rubros como la minería, son frecuentes y los que más ocurren”.