HONG KONG, 8 sep (El Mercurio/WSJ) — China está lanzando su propia iniciativa para establecer estándares globales sobre seguridad de datos, contrarrestando los esfuerzos de EEUU para persuadir a países de ideas afines a que protejan sus redes de la tecnología china.
El ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, tiene previsto anunciar la iniciativa hoy en un seminario en Beijing, sobre gobernanza digital global, según personas informadas sobre el tema.
Dados los crecientes riesgos para la seguridad de los datos que requieren una solución global, “lo que es urgente ahora es formular reglas y normas globales que reflejen las aspiraciones e intereses de la mayoría de los países”, dijo una nota informativa que los diplomáticos chinos proporcionaron a contrapartes extranjeras.
La iniciativa de Beijing se produce en medio de intensas tensiones con Washington por cuestiones que incluyen la competencia comercial y tecnológica, que ha suscitado el espectro de una internet cada vez más bifurcada.
En los últimos meses, la administración Trump ha tomado medidas para reducir lo que describe como amenazas a la seguridad nacional de firmas tecnológicas chinas como Huawei y aplicaciones chinas populares como Tik Tok y Wechat. Los funcionarios chinos, mientras tanto, han acusado a EEUU de imponer un doble rasero y de intentar sabotear los esfuerzos de las empresas chinas por expandirse.
La iniciativa china se produce aproximadamente un mes después de que el secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, anunciara el programa Clean Network, que excluiría a las empresas chinas de telecomunicaciones, aplicaciones, proveedores de nube y cables submarinos de la infraestructura de internet utilizada por EEUU y otros países.
En el marco de su nueva “Iniciativa mundial sobre seguridad de datos”, China instaría a todos los países a gestionar la seguridad de los datos de manera “integral, objetiva y basada en pruebas”, y mantener una cadena de suministro abierta, segura y estable para la tecnología y los servicios de la información y las comunicaciones, según un borrador revisado por WSJ.
También instaría a los gobiernos a respetar la soberanía de otros países en la forma en que manejan los datos, en línea con la visión de Beijing de “soberanía cibernética”, según la cual los países ejercen un control total sobre sus propios rincones de internet.