Visita nuestro archivo

WASHINGTON, 13 oct (AFP) — China ha consolidado en gran medida en los últimos años su posición como el principal acreedor de los países pobres, muy por delante de Japón, informó ayer el Banco Mundial (BM) que lamentó que el país aún no participe en la moratoria de la deuda.

La parte del gigante asiático en el pasivo total adeudado a los países del G-20 por otras naciones aumentó del 45% en 2013 al 63% a fines de 2019, señaló el BM en un comunicado.

“Durante el mismo período, la parte de Japón, el segundo mayor acreedor en el G-20, se mantuvo prácticamente sin cambios en un 15%”, agregó.

En abril, el G-20 presentó la Iniciativa de Suspensión del Servicio de la Deuda (DSSI por sus siglas en inglés) para aliviar a los países más vulnerables golpeados por la pandemia de Covid-19. Esto entró a regir el 1 de mayo, durante un año.

Desde entonces, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el G-7 han pedido que se extienda, lamentando la falta de participación de los acreedores del sector privado, lo cual debilita la iniciativa.

El presidente del Banco Mundial, David Malpass, subrayó el lunes su “frustración” durante una conferencia telefónica. Además, lamentó la “participación parcial” de los acreedores bilaterales oficiales.

“Algunos de los mayores acreedores bilaterales oficiales, incluidos algunos de China, aún no participan en la moratoria”, dijo.

Esta iniciativa beneficia a más de 70 países pobres, incluidos Honduras, Haití y Nicaragua en América Latina.

Deuda, en aumento
Según el Banco Mundial, la tasa de acumulación de deuda de los países elegibles para la moratoria fue casi el doble que la de otros países de ingresos bajos y medianos en 2019. Y en total, su deuda pendiente alcanzó los 178,000 millones de dólares en 2019.

A fines de septiembre, los ministros de Finanzas del G-7 dijeron que estaban a favor de extender la moratoria, pero pidieron una participación justa entre todos los acreedores.

También lamentaron “profundamente” las medidas adoptadas por algunos países para evitar participar en esta iniciativa, por ejemplo, clasificando a sus instituciones públicas como prestamistas comerciales.

Sin nombrarlo, apuntaron implícitamente a China, cuyo Banco de Desarrollo es considerado por Pekín como un banco comercial, lo que permite que no sea incluido en una iniciativa de moratoria de deuda.

Según el G-7, la DSSI ya ha permitido a 43 países diferir 5,000 millones de dólares en pagos oficiales del servicio de la deuda para liberar dinero para responder a la pandemia covid-19.

La pandemia de nuevo coronavirus ha provocado al menos 1 millón 077,849 muertos en el mundo desde que la oficina de la OMS en China dio cuenta de la aparición de la enfermedad en diciembre, según un balance establecido por AFP este lunes con base en fuentes oficiales.

Desde el comienzo de la epidemia más de 37 millones 575,650 personas contrajeron la enfermedad. De ellas al menos 25 millones 963,400 se recuperaron, según las autoridades.