BEIJING, 15 oct (Reuters) — Los precios en fábrica chinos cayeron a un ritmo más rápido de lo previsto en septiembre y la inflación al consumo se situó en 1,7%, su nivel más bajo en 19 meses, lo que pone de relieve los problemas que aún tiene China para recuperarse de la pandemia de COVID-19.
El índice de precios al productor (PPI por sus siglas en inglés) cayó por octavo mes consecutivo sobre una base anual, mientras que los precios al consumidor subieron más lentamente de lo previsto.
La segunda economía más grande del mundo ha experimentado una recuperación constante después de haber sido duramente castigada por el coronavirus en el primer trimestre. Sin embargo, una caída sostenida de los precios de producción -que se considera un indicador de la demanda industrial-, podría reavivar la preocupación por la deflación y hacer que las autoridades ofrezcan más estímulos, según los analistas.
El PPI cayó un 2,1% en tasa anual, dijo la Oficina Nacional de Estadísticas en un comunicado. Los economistas encuestados por Reuters esperaban que la tasa se ralentizara al 1,8% tras una caída al 2,0% en agosto. En términos mensuales, el PPI subió un 0,1%, después de aumentar un 0,3% en agosto.
El producto interior bruto de China creció un 3,2% interanual en el segundo trimestre y los datos recientes apuntan a un repunte sostenido, respaldado por los estímulos del Gobierno y por el control del virus. China publica el próximo lunes los datos del PIB del tercer trimestre.