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SANTIAGO, 24 nov (El Mercurio) — Sin duda uno de los sectores económicos más afectados por la pandemia de Covid-19 es el turismo global, pero la última propuesta para salvar a la industria fue recibida con suspicacia. El presidente chino, Xi Jinping, planteó llevar a escala global un sistema de rastreo basado en códigos QR con datos sanitarios sobre los viajeros, una idea que despertó sospechas sobre el uso que se pueda hacer con esa información.

“Necesitamos coordinar políticas y estándares para facilitar el tránsito ordenado de la gente”, dijo Xi durante la cumbre virtual de líderes del G20 el fin de semana. El mandatario no entregó muchos detalles, pero se presume que el sistema sería similar al que implementó su país desde febrero, en el que cada persona tiene un código QR con sus datos de salud y de viajes, que puede ser leído por celulares. El código se basa en una combinación de big data e información entregada por los propios usuarios. Bajo ese modelo, a las personas se les asigna un esquema de colores, que el código revela: el verde permite viajar libremente, el naranja implica ciertas restricciones y el rojo significa que debe permanecer en cuarentena.

Se cree que el uso de este tipo de medidas de rastreo es una de las razones por las que China ha conseguido controlar la propagación del virus mejor que otros países, y varias naciones -entre ellas Australia, Japón y Singapur- han utilizado aplicaciones similares para monitorear el movimiento y posible exposición de sus ciudadanos. Un estudio de la Universidad de Oxford da cuenta de que con sólo 56% de adopción de estas aplicaciones por parte de la población, un país podría controlar la pandemia.

Sin embargo, las aplicaciones de rastreo generan recelos por el acceso que cada gobierno tiene a los datos de sus ciudadanos, especialmente en China. “Un esfuerzo inicial en salud podría fácilmente convertirse en un caballo de Troya para un mayor monitoreo y exclusión política”, dijo Kenneth Roth, director ejecutivo de Human Rights Watch.

A las potencias occidentales y sus aliados les inquieta, específicamente, el uso de la tecnología china en industrias clave, por lo que un sistema de monitoreo coordinado por Beijing despertaría suspicacias. EEUU por ejemplo ha presionado a sus aliados para abandonar la tecnología china del 5G proporcionada por la gigante de las telecomunicaciones Huawei, mientras que la popular aplicación TikTok -creada en el gigante asiático- fue prohibida en India y está reestructurando sus activos en EEUU para evitar un bloqueo.

La idea de Xi se enmarca en los esfuerzos del líder chino por aumentar la influencia global de su país en todos los ámbitos. El mandatario se ha mostrado como un defensor del multilateralismo, ante el repliegue de Washington y acaba de firmar el mayor tratado de libre comercio del mundo- la Asociación Económica Integral Regional (RCEP)- entre otras cosas.