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SANTIAGO, 17 dic (El Mercurio) — En el mercado no existen dudas con respecto a que el principal factor que ha impulsado la cotización del precio del cobre ha sido la impresionante recuperación que ha mostrado la economía china, mayor consumidor global del mineral.

En este punto coincidieron los expertos de la consultora internacional CRU, en un seminario organizado en conjunto con la Sonami, instancia en la que además, revelaron otro elemento poco conocido hasta la fecha. Según las estimaciones de la consultora, existe una diferencia importante entre las importaciones que se están realizando desde China y el consumo real del mercado local.

“Vemos una discrepancia entre el consumo aparente y lo que estimamos de consumo de cobre real para la fabricación de manufactura en China. A octubre de este año hay una diferencia de más de un millón de toneladas, esto puede ser por inventarios que no son reportados, pero que no alcanzan a explicar este fenómeno. Ha quedado claro que una parte importante, que estimamos en 600 mil toneladas, se explica por la reserva estatal china, que ha sido un actor importante en el mercado y que ha comprado cobre con fines de garantizar la seguridad de abastecimiento para la industria”, aseguró Erik Heimlich, analista de CRU y especialista en el mercado del cobre.

En esta línea, los expertos explicaron que como los inventarios de cobre están extremadamente bajos, cualquier factor externo presiona el precio, el que ayer alcanzó nuevos máximos de 7 años, al cerrar en US$3,55 la libra.

Eso sí, Heimlich descartó que se trate del inicio de un nuevo superciclo, ya que en el corto plazo se espera la entrada de nueva oferta que podría corregir el precio, que según las estimaciones de CRU será, en promedio, de US$3,14 en 2021.