En opinión del presidente electo de EEUU, Joe Biden, es mejor no realizar ningún cambio significativo en el enfoque actual sobre China hasta que realice una revisión completa del acuerdo existente y consulte con sus aliados tradicionales. Sin embargo, no debería ser necesario un examen exhaustivo para ver que los aranceles elevados y el acuerdo de la fase 1 son fundamentalmente incompatibles. Con costos tan altos y limitaciones estrictas a las exportaciones, China no puede cumplir su compromiso. La conclusión es clara: mientras Biden defienda el enfoque de confrontación de Trump, será casi imposible seguir avanzando hacia una relación comercial mutuamente beneficiosa. Hasta el comercio bilateral podría colapsar. En cambio, el nuevo presidente de EEUU debería aceptar el papel central de China en la economía global y perseguir un acuerdo comercial no discriminatorio.
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