China ha estado a la vanguardia de una revolución tecnológica en los sistemas de pagos tanto en el sector público como en el privado. Las empresas de tecnología de China lograron reemplazar el mundo de las tarjetas bancarias con bandas magnéticas, por un sistema de códigos QR. Poco después, el Banco Popular de China lanzó su moneda digital, seguida de una serie de acciones gubernamentales diseñadas para alejar al sistema bancario de las empresas tecnológicas. Pareciera ser entonces que lo que está sucediendo en los sistemas de pagos chinos es una batalla fascinante entre la innovación del sector privado y las grandes tecnológicas, frente al control del gobierno y los grandes bancos.
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