BEIJING, 20 abr (AFP) — El parlamento chino ratificó este miércoles dos convenciones internacionales contra el trabajo forzoso, meses después de que expertos de la ONU alertaran del trato que el país reserva a minorías, sobre todo en la región de Xinjiang (noroeste), de mayoría musulmana.
Este paso es una de las condiciones estipuladas por la Unión Europea (UE) para ratificar un acuerdo sobre inversiones, firmado en 2020 con China.
El comité permanente de la Asamblea Nacional Popular (ANP, el Parlamento chino) ratificó la convención de 1930 sobre el trabajo forzoso y la de 1957 sobre la abolición de este tipo de trabajo, anunció la institución al término de una sesión de tres días.
Esta ratificación tiene lugar después que un comité de expertos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) manifestara en febrero su “profunda preocupación” por el trato a las minorías étnicas y religiosas en China, especialmente en Xinjiang.
Según organizaciones de defensa de los derechos humanos, al menos un millón de uigures y miembros de otra etnias musulmanas están o han sido encarcelados en campos de reeducación en esta región.
Pekín afirma que estos lugares son centros de formación profesional orientados a reducir el extremismo religioso.