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HONG KONG, 1 ago (CNN) — El asediado gigante inmobiliario de China, Evergrande, no pudo entregar un plan preliminar de reestructuración de la deuda que había prometido para el 31 de julio, lo que genera más preocupaciones sobre el futuro del desarrollador más endeudado del mundo.

El hecho de que la compañía de bienes raíces no cumpla con su fecha límite autoimpuesta se produce en un momento en que todo el sector inmobiliario de China enfrenta un creciente boicot hipotecario y una caída en las ventas de viviendas.

Según una presentación de la bolsa el viernes, Evergrande ofreció en cambio algunos detalles sobre los “principios preliminares de reestructuración” para su deuda en el extranjero y dijo que pretende anunciar “un plan específico de reestructuración en el extranjero dentro de 2022”.

Evergrande, el desarrollador más endeudado de China con US$300 mil millones en pasivos, ha estado en el centro de los problemas inmobiliarios del país desde el año pasado. Incumplió con sus bonos en dólares estadounidenses en diciembre después de luchar durante meses para recaudar efectivo para pagar a los acreedores, proveedores e inversores.

Para contener las consecuencias, el gobierno chino ha intervenido para asumir un papel de liderazgo y guiar a la empresa a través de una reestructuración de su deuda y operaciones comerciales en expansión.

En la presentación del viernes, Evergrande dijo que ha logrado un “progreso positivo” en su proceso de reestructuración en el extranjero, pero agregó que todavía está trabajando con acreedores y asesores para realizar una debida diligencia de la empresa.

La falta de una propuesta concreta destaca las incertidumbres que rodean la opaca reestructuración de Evergrande de su enorme deuda y sus operaciones comerciales en expansión en un momento delicado para el sector inmobiliario y la economía de China.

Los acreedores internacionales se habían quejado a principios de este año de que se les había dejado completamente a oscuras sobre las intenciones de las empresas.

Después de que los acreedores exigieran actualizaciones y amenazaran con emprender acciones legales, Evergrande prometió en enero que publicaría “una propuesta preliminar de reestructuración” dentro de los seis meses. En junio, aseguró a los inversores que estaba en camino de entregar el plan a fines de julio.

El desarrollo llega en un momento difícil para el sector inmobiliario de China, que ha estado luchando con una fuerte caída en los precios de la vivienda, el debilitamiento de la demanda de los compradores y una serie de impagos de deuda por parte de las empresas inmobiliarias.

La economía de China también se ha desacelerado drásticamente después de que los estrictos bloqueos de Covid frenaron la demanda e interrumpieron las actividades industriales. El producto interno bruto se expandió un 0,4% en el segundo trimestre, la tasa de crecimiento más baja desde el comienzo de la pandemia. A los analistas les preocupa que el objetivo de crecimiento anual del 5,5% del gobierno esté fuera de alcance.