RIAD, 10 ago (Israel Noticias) — La firma la semana pasada de un memorando de entendimiento (MoU) entre la Compañía Petrolera de Arabia Saudita (Aramco) y la Corporación China de Petróleo y Química (Sinopec) es un paso decisivo en la estrategia en curso de China para asegurar a Arabia Saudita como Estado cliente. Como dijo el propio presidente de Sinopec, Yu Baocai “La firma del MoU introduce un nuevo capítulo de nuestra asociación en el Reino. Las dos empresas unirán sus manos para renovar la vitalidad y marcar nuevos progresos de la Iniciativa de la Franja y la Ruta [BRI] y la Visión 2030 [de Arabia Saudita]”.
La escala y el alcance del Memorando de Entendimiento son enormes, y abarcan una profunda y amplia cooperación en materia de integración de refinado y petroquímica, ingeniería, adquisiciones y construcción, servicios de campos petrolíferos, tecnologías upstream y downstream, captura de carbono y procesos de hidrógeno. Para los planes a largo plazo de China en Arabia Saudita, también abarca oportunidades para la construcción de un enorme centro de fabricación en el Parque Energético Rey Salman, que implicará la presencia continua y sobre el terreno en suelo saudita de un número significativo de personal chino: no solo los relacionados directamente con las actividades de petróleo, gas, petroquímica y otros hidrocarburos, sino también un pequeño ejército de personal de seguridad para garantizar la seguridad de las inversiones de China.
Todos estos avances están en consonancia con un comentario realizado el pasado mes de marzo, en el Foro anual de Desarrollo de China celebrado en Beijing, por el director ejecutivo de Aramco, Amin Nasser: “Garantizar la seguridad continua de las necesidades energéticas de China sigue siendo nuestra máxima prioridad, no solo para los próximos cinco años, sino para los próximos 50 y más”. En ese momento, a principios de 2021, Aramco tenía una participación del 25 % en la refinería de Fujian de 280.000 barriles por día (bpd) en el sur de China a través de una empresa conjunta con Sinopec (y la estadounidense ExxonMobil) y también había acordado anteriormente (en 2018) comprar una participación del 9 % en la refinería china de ZPC de 800.000 bpd de Rongsheng. Varios otros proyectos conjuntos entre China y Arabia Saudita que se habían acordado en principio se retrasaron debido a una combinación de los efectos en curso de COVID-19, el aplastante calendario de reembolso de dividendos de Aramco y la preocupación de ambos países -especialmente China- sobre cómo Washington podría reaccionar ante esta clara amenaza a los propios intereses de larga data de Estados Unidos y la relación geopolítica con Arabia Saudita.