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MADRID, 13 jun (El Periódico) — Con la visita del presidente palestino, Mahmoud Abbas, China acentúa su rol de pacificadora global y su huella en Oriente Medio. No son cuestiones menores para su diplomacia tras el largo paréntesis pandémico. Abbas llega dos meses después de que Beijing se presentara como mediadora en el conflicto palestino-israelí tras haber resuelto el de Arabia Saudí e Irán y mientras se esforzaba en llevar la paz a Ucrania. No lo tiene fácil en Oriente Medio por la misma razón que no avanza en Ucrania: influye menos en un acuerdo de paz la destreza del mediador que la voluntad de las partes.

Abbas pasará los próximos cuatro días en China y se entrevistará con su presidente, Xi Jinping. La prensa nacional le ha dedicado a su primera visita desde 2017 un espacio notable, con alusiones al “buen y viejo amigo de China” y recordatorios de que es el primer líder árabe en ser invitado este año. “China siempre ha apoyado con firmeza la justa causa del pueblo palestino para recuperar sus legítimos derechos territoriales”, recalcaba el Ministerio de Exteriores esta semana. El embajador chino en la ONU, Geng Shuang, exigía el mes pasado que Israel detuviera “las provocaciones e incursiones” en Cisjordania. La sintonía china con Palestina trasciende el protocolo.

Los intereses de China en Oriente Medio son variados. Es una zona capital en su Nueva Ruta de la Seda, la macroiniciativa comercial con el sello presidencial, y el sosiego aceita los negocios y protege las inversiones. Xi prometió más yuanes para Palestina y cooperación en una zona industrial en construcción y proyectos de energía solar. Su comercio con Israel casi se ha doblado en una década, desde los 9,8 mil millones de dólares hasta los 18,2 mil millones. Pesa también su nueva estrategia por involucrarse en la gobernanza global y a Oriente Medio, bajo la tradicional influencia estadounidense, no le escasea el simbolismo. Pekín ocupa el hueco que deja Washington, más inquieta ahora por Ucrania y el Asia Pacífico, y ha acelerado las reuniones con líderes árabes.