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Existe un acuerdo generalizado entre los observadores estadounidenses de China en que el país ha atravesado tiempos difíciles, que seguramente empeorarán muy pronto. Pero no todo el mundo ve un futuro tan pesimista para Beijing. Hay un argumento distinto, uno que sostiene que China una vez más desafiará las expectativas y seguirá creciendo en forma saludable. Durante muchos años, por ejemplo, los analistas de China asumieron que el crecimiento ultrarrápido de Beijing continuaría ininterrumpidamente. Esas alabanzas han terminado, pero los analistas ahora pueden cometer el error opuesto y sobreestimar la desaceleración de China.

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