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SHANGHAI, 30 oct (EFE) — Las autoridades chinas celebran una conferencia sobre la situación económica que se celebra cada cinco años y que en esta ocasión tendrá como principales puntos a tratar la crisis del sector inmobiliario y los problemas de deuda de las administraciones locales y regionales.

Según fuentes citadas por el diario hongkonés South China Morning Post, se espera que hoy dé comienzo la denominada “Conferencia nacional de trabajo financiero”, que empezó a reunir en 1997 a líderes nacionales, reguladores y banqueros para debatir sobre políticas financieras y de desarrollo y cuya quinta y última edición data de 2017.

“(La conferencia) se centrará principalmente en resolver la deuda. Actualmente, lo más importante son los problemas de deuda, cuya base es que los gobiernos locales no tienen dinero. Y la razón principal de eso es la crisis del mercado inmobiliario”, indicaron esas fuentes.

El encuentro, a puerta cerrada, se prolongaría durante dos jornadas.

Otros asuntos a los que se podría dar énfasis en la cita son el refuerzo de la autoridad del partido y la disciplina financiera en lo relativo a la deuda de los gobiernos locales, a los que Pekín ya reclamó en 2018 que dejasen de acumular “deuda oculta” a través de los canales informales de financiación conocidos como ‘vehículos financieros de gobiernos locales’ (LGFV).

Los LGFV son entidades semipúblicas que fueron creadas para esquivar las limitaciones al endeudamiento de las autoridades regionales, y se extendieron por toda China tras la crisis financiera de 2008, acumulando una deuda total de unos 66 billones de yuanes (9 billones de dólares, 8,5 billones de euros), según estimaciones del Fondo Monetario Internacional, más del doble que en 2017.

“Al final, el Gobierno central podría tener que rescatarlos”, indicó al South China Morning Post una de las fuentes anónimas, que cree que Pekín tratará de impedir que este posible programa de ayuda sea objeto de “abuso”.

El economista jefe de Pinpoint Asset Management, Zhang Zhiwei, afirmó que el objetivo será “gestionar los riesgos sistémicos” que plantean tanto los LGFV como el sector inmobiliario, y avanzó que el Gobierno central probablemente asumirá un aumento del déficit presupuestario y una mayor emisión de deuda.

Precisamente la semana pasada, las autoridades aprobaron una emisión adicional de bonos por un billón de yuanes (136.651 millones de dólares, 129.411 millones de euros) en el cuarto trimestre, lo cual, según la prensa oficial, elevaría la ratio de déficit fiscal al 3,8 %, por encima del objetivo oficial del 3 % para el año.

Algunos analistas apuntaron que esa decisión se tomó para mantener estable la inversión en infraestructura durante lo que queda de año, ya que las administraciones locales se vieron obligadas a adelantar el uso de sus cuotas de bonos a finales de septiembre, lo que les habría impedido mantener el gasto en el último trimestre.