WASHINGTON, 27 dic (El País) — Estados Unidos ha ampliado nuevamente las exenciones arancelarias para cientos de productos chinos que alguna vez estuvieron sujetos a aranceles punitivos, anunciaron el martes funcionarios comerciales estadounidenses.
Las exenciones, que anteriormente se extendieron hasta el 31 de diciembre, ahora se extenderán hasta el 31 de mayo de 2024, dijo el Representante Comercial de Estados Unidos en un comunicado de prensa.
“La extensión permitirá una terminación ordenada de las exenciones”, dijo el USTR, al tiempo que señaló que ha habido casos en los que se pudo haber concedido tiempo adicional para “permitir que las fuentes sean reubicadas en Estados Unidos o terceros países”.
Si bien el grupo empresarial Americans for Free Trade celebró que la expansión proporcionaría “alivio económico para las empresas estadounidenses”, dijo que estaba “decepcionado” de que la falta de comunicación del USTR “hace más difícil que las empresas planifiquen”.
Las sanciones iniciales provienen de la administración del expresidente estadounidense Donald Trump, que impuso aranceles a productos chinos por valor de 370 mil millones de dólares, citando prácticas comerciales desleales.
Sin embargo, el USTR ha establecido un proceso para solicitar y otorgar exenciones de estas medidas.
Las extensiones anunciadas el martes se aplican a 352 productos chinos que alguna vez estuvieron sujetos a aranceles punitivos, así como a 77 exenciones más relacionadas con Covid.
Las tensiones entre las dos economías más grandes del mundo han aumentado drásticamente en los últimos años a medida que ambas partes se han enfrentado por cuestiones que van desde los derechos humanos hasta los controles de exportaciones.
Después de la cumbre entre los presidentes estadounidense y chino, Joe Biden y Xi Jinping, en noviembre, la secretaria de Comercio estadounidense, Gina Raimondo, mantuvo conversaciones con su homólogo chino, Wang Wentao, y prometió más conversaciones cara a cara a principios de 2024.
Washington dice que las restricciones a las exportaciones, destinadas a reducir el acceso de China a los chips avanzados necesarios para desarrollar tecnología de inteligencia artificial y armas de vanguardia, son una medida de seguridad nacional.
Pero Beijing desestimó esas preocupaciones y Xi le dijo a Biden en noviembre que tales acciones perjudicaban los “intereses legítimos” de China.