BEIJING, 8 ene (EFE) — El principal órgano anticorrupción de China anunció hoy que aumentará la presión y los castigos contra los casos de corrupción en sectores como el financiero, el tabacalero y el deportivo, entre otros, como parte de su estrategia para prevenir y resolver los “riesgos de corrupción sistémicos”.
La Comisión Central de Supervisión de Disciplina, el brazo anticorrupción del Partido Comunista de China (PCCh, gobernante), informó este lunes en su página web que 2023 fue “un año clave para la prevención y el control de la corrupción”, al tiempo que avanzaba medidas “normalizadas y efectivas” para combatir este mal en 2024.
Entre los sectores que recibirán una mayor atención y escrutinio se encuentran el financiero, el de las empresas estatales, el sanitario, el de la compra y venta de alimentos, el de la revitalización rural, el tabacalero, el deportivo y el estadístico, según la institución.
El órgano anticorrupción aseguró que se intensificará la investigación y el castigo de los casos de corrupción que sean más destacados por su naturaleza sectorial, sistémica o regional, y que se llevarán a cabo “acciones especiales de rectificación” para “erradicar las causas y las consecuencias” de estos problemas.
La operación anticorrupción sobre el sector financiero, activa desde hace años, se ha saldado hasta ahora con la imputación de numerosos funcionarios de organismos reguladores y de altos ejecutivos de empresas.
La industria tabaquera, de gran importancia económica en las provincias que cultivan la planta del tabaco situadas en el centro y el sur del país, ha sido foco de actividades ilícitas.
Las autoridades anunciaron el pasado octubre que Ling Chengxing, expresidente de la Administración de Monopolio del Tabaco del gigante asiático, se halla bajo investigación por presuntas “graves violaciones” de la ley.
El mundo del deporte tampoco se libró de la corrupción en 2023, ya que fueron noticia los constantes casos de corrupción en el fútbol chino, que condujeron a la detención del exdirector adjunto de la Administración General del Deporte de China, Du Zhaocai, y la puesta bajo investigación del entonces presidente de la Superliga china de fútbol, Liu Jun, por “violaciones normativas”.
Tras su llegada al poder en 2012, el actual secretario general del Partido Comunista de China y presidente del país, Xi Jinping, comenzó una campaña anticorrupción en la que numerosos altos cargos chinos han sido condenados por aceptar sobornos millonarios.
Si bien esta iniciativa, uno de los programas estrella de Xi, ha destapado importantes casos de corrupción en el seno del PCCh, algunos críticos han apuntado a que también podría estar siendo utilizada para acabar con la carrera política de algunos de sus rivales.