El e-commerce es una realidad global que crece año a año de manera sostenida. Los negocios han sido impactados de tal modo por esta realidad, que la mayor parte de las empresas ya han comenzado a contemplar el canal online dentro de sus estrategias. Tanto en China como en Chile, los números asociados al comercio electrónico sorprenden por su potencialidad. Según el China Internet Network Information Center, a fines de 2014, el país asiático tenía 649 millones de usuarios de Internet, con una cifra de penetración de 47,9% de la población. Este número de internautas duplica la cantidad de habitantes de EEUU y supera casi en 50 millones a la población total de América Latina. Al mismo tiempo, la cantidad de usuarios de dispositivos móviles llegaba a 557 millones, con un incremento anual de 56,7 millones.
Guardando las proporciones, las últimas estadísticas de la Subsecretaría de Telecomunicaciones de Chile confirman que nuestro país se encuentra a la vanguardia en esta materia a nivel regional. Según los datos, entre 12 y 13 millones de personas se declaraban usuarios permanentes de la red a fines del año pasado, con un nivel de penetración superior al 65%. Mientras que desde el 2011 a la fecha, la cantidad de celulares supera el número de habitantes, llegando en la actualidad a más de 25 millones de aparatos activos, gran porcentaje de los cuales son teléfonos inteligentes o smartphones.
Y lo sorprendente no se queda ahí, ya que a pesar de su desaceleración económica, el comercio electrónico del país asiático se disparó en 2014, con un volumen de transacciones de 2,68 billones de dólares, un 59,4 por ciento más que el año anterior, según datos del Buró Nacional de Estadísticas. Bajo esa dinámica, se estima que el promedio de ventas por internet entre 2012-2017 se incremente en 57% en China; mientras que el promedio mundial lo hará en 18,5%. Sólo en América Latina, el e-commerce generó ganancias de US$ 52 mil millones en 2014, mientras se pronostica que en Chile las transacciones online superen los US$ 2 mil 300 millones el presente año.
Las tecnologías digitales y el comercio on line han pasado a ser un factor esencial en los negocios, constituyéndose en una realidad global que debe ser asumida y aprovechada. De lo contrario, corremos el riesgo de que aminoren nuestras condiciones de competitividad, afectando de paso, la generación de empleos, el crecimiento económico y el desarrollo social.